miércoles, 14 de octubre de 2015

6 POEMAS MÁS DE JORGE PAOLANTONIO






2


¿dónde empezar el grito por tanto que se amó
tanta tristeza    tanto derecho y manotazo limpio?
¿dónde ser uno y su taza de café definitiva?


24


tu sangre entera me redime
de tanto corazón abierto al aire



(de "A imagen y semejanza" -1980-)



Los otros


son otros los que habitan la luz y los confines
tienen otra manera de predecir la primavera de las cosas
(tiene sol y espacio en los amigos   dos gotas de sentido
algunos trinos)

me escriben lejanas noticias
y cada tanto
me sorprenden con un hijo


(de "Extraña manera de asomarse"- 1989)



2. enigmas inscriptos en lugares de culto


(...)
podrás levantarte
y ser el lomo de un caballo moro
andarás galope fusta
y olisquearás el pasto
lavanda pisoteada
y quedarás muerto al final de una línea de Kavafis

                                                         en Santa Rosa del Toay 
                            

(...)
se abrirá un monedero y un olor a lluvia vendrá a decirte
dónde vas vara de azucenas mustia
señorita que se cruza de brazos
y de piernas
para que el rayo no te sepa las penas


                                                       en los Altos de Ancasti


(de "Lengua devorada", 1994)



regresos


uno vuelve
por el espejo de la sala
                                 sin ya mirarse
no sea que la infancia
vuelva con pulmotores de la polio
alcanfor
escapularios

quién no sabe
nos prometían algodones de azúcar
si dejábamos que Salk nos vacunase

poníamos nombres a las flores
poníamos apodos
a la vecina ronca
poníamos la oreja
cuando hablaban los mayores

éramos los hijos
ellos
los grandes que volvían del cine
con impermeable y sombreros y lilas parisinas
besos en la boca
bostezos en cinemascope

los hijos éramos

no veíamos la hora
                             de ser padres



Jorge Paolantonio (San Fernando del Valle de Catamarca, 1947)



Fuente: En este duro oficio, Jorge Paolantonio, Imaginante Editorial, 2015.

4 comentarios:

  1. Versos delicados y emocionantes. Comparto tu mirada del mundo. Bellísimos

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  2. Hoy, que no estás, he venido a llorarte, entre los silenciosos versos de tu estremecedora poética. Hasta la vida!

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