Hay una piedra azul
En la piedra azul
está la muerte
como el sutil equilibrio
que hace a su belleza,
espuma de sal en la arena de las playas
y la distancia.
Todo lo frágil que gira hacia el olvido
y regresa en sus formas más puras.
Hay una piedra azul
en cada piedra
y la atraviesa el viento de lo efímero
en esa tarde eterna en la que existe.
La piedra azul y el viento
Junto a la laguna de los patos
hay una piedra azul
trabajada por el agua de barro
año tras año
hasta formar pequeños huecos
que se enlazan por dentro
en galerías de oscuridad
donde suelen descansar los insectos
y el viento del pantano
que viene del este
penetra
para hacer llorar
al silencio de la piedra.
La piedra azul y los suicidas
I
En la palma de su mano
descansa una piedra azul
y en el centro de la piedra
la constante fuga del presente
gira sobre la memoria
hacia un limo fértil
donde germina la cepa
más preciada del dolor.
Gerardo Curiá (San Pedro, Buenos Aires)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Dejá tu comentario: