viernes, 22 de septiembre de 2017

2 POEMAS DE ELEONORA REQUENA


cuida al corazón
de los desfiladeros,
de caer en el precario
goce de caer
en los desfiladeros,
cuida al corazón
profundo de caer
piedras abajo,
cuídalo
de los tropiezos,
déjalo
que caiga
sin remedio.








cargarás tu roca hasta la cumbre.
por cada paso torpe leerás un verso, 
apuntado como sueles en el antebrazo
cuando huyes por caminos de alfileres.
marciales o leves,
culposos o al desgaire,
adentro o afuera según las ganas, 
de amores o de odios según el borde.
cuándo aprenderás a ser más precavida, 
impune al deshacerte los hilvanes,
a no mostrar muñones 
a la puerta de la iglesia,
a no mentir tan francamente.
cuándo a ser desobediente, 
a no decirte tanto en los reveses.
siempre igual las peñas se desgajan
y te lapidan una entraña nueva.
cárgate de nuevo en las espaldas los espantos,
cuesta a tu desmedro 
cuesta arriba.



Eleonora Requena (Caracas, 1968)


Fuente: https://letralia.com/230/letras01.htm
             http://www.tinta-china.net/e_requena.htm

domingo, 17 de septiembre de 2017

3 POEMAS DE NORMA CRISTINA COZZI


AULA NOCTURNA

Se asoman a sus escotes
como a una ventana
y avanzan montando
sus caderas erectas.
Entrechocando  sillas
arrastrando mesas, ruidosamente,
mientras ubican pancitas  recién estrenadas,


Yo narro las luchas
 por el derecho al voto
que otras mujeres
portadoras también de
pechos, vientres y culos
pelearon desde el siglo XIX.

En un rincón, un muchachito
de grandes ojos negros
escucha
mientras ellas conversan
parece que indiferentes.

Yo insisto.
Busco la lengua Pankhurst
la lengua Lanteri,
la lengua Evita
la gran madre lengua que nos parió.

Insisto.
Dudo.
Por dónde entrar?




TE HABRÁ LLEGADO LA CARTA



¿Te habrá llegado la carta
que no me atreví a enviarte?
Tu sombra merodea,
de tanto en vez,
los ecos de mi escritura.
Las ventanas y la hierba
saben que aceché tu paso
con aire casual y distraído,
y que tal vez fuera amor
aquel caminar y aquella espera.


Pero el aire  del invierno
no pide permiso y entra.
Clava su  estalactita
justo en el corazón
del mínimo brote de melancolía.






LADRILLOS.


Entre el ruido de las máquinas
y galpones fantasmales
el hombre derramó sobre nosotros
palabras de otro tiempo .
Dijo tierra y tal vez barro
dijo caballos y pisadero
dijo éramos
dijo quisieron comprar
dijo prometieron.

Narraba y trabajaba al mismo tiempo
como si no existieran
el vacío y la herrumbre
o más bien como si esos
fueran los materiales de su escritura.
Los otros continuaban
concentrados, atentos
su industria  de alfarería.

Era una lucha desigual.
No hay nada más difícil
que pelear con los fantasmas.
Pero ellos seguían, tozudos,
con su exorcismo activo
que espantaba los monstruos.

El hombre se sentó.
Sus ojos sonrieron
Y compartió el conjuro
con palabras serenas.
La dignidad de trabajar
dijo por toda despedida.



Norma Cristina Cozzi (Capital Federal, 1955)










martes, 12 de septiembre de 2017

2 POEMAS MÁS DE MAURO RASTELLI POLANCO






En tu ventana
lirios maravillosos
tras el invierno.




Grillos cantores
en la noche estival
Todo en calma.



Mauro Rastelli Polanco (Buenos Aires, 1987)

Fuente: "Caminar entre palabras", Mauro Rastelli Polanco, Editorial Imaginante, 2017.







lunes, 11 de septiembre de 2017

3 POEMAS DE DAMIÁN LAMANNA GUIÑAZÚ





4


cuando un infierno se extiende
buscamos palabras que nos distancien
de la muerte, un vocabulario médico
para llenar de objetos y  esdrújulas
ese agujero que satura la cabeza


"falla multisistémica" significa un cuerpo
que deja de responder en una cadena
de instantes detenidos, ella está hinchada
dicen ya no le funcionan los riñones
pero mienten
está cargando aire  para volverse un globo
esperar ese rayo de luna en la ventana
como una señal de superhéroe
salir volando hacia un jardín
al borde de la tormenta no sé

por qué, hay días
en que elijo recordarte así




6


entre el cuerpo y el asfalto, agua
que va deshaciendo
un barco de papel escapa
se pierde por la zanja
peo mi suela nunca
se desgrana y voy
cargando la memoria
de la carne fría
toda en la boca llevo una piedra
atragantada es el diluvio
que no fue
más que llovizna
en los bolsillos, un corazón
diminuto
como los ojos de un cachorro

quiero regresar
a la sangre en el cantero
o la claraboya, que salgas a regar
las raíces de este cuerpo
crecen
crecen y es el mismo
que antes caminaba hacia una casa
donde  ahora vive otra familia



7


alguien se mudó a mi casa
usa mis juguetes
los aviones vuelan bajo
eso no importa
porque los lleva una mano chiquita

ahora tengo un castillo
donde ir a recordarme



Damián Lamanna Guiñazú (Buenos Aires, 1985)

Fuente: "Propiedad horizontal", Damián Lamanna Guiñazú, Añoz Luz Editora, 2016.