domingo, 17 de septiembre de 2017

3 POEMAS DE NORMA CRISTINA COZZI


AULA NOCTURNA

Se asoman a sus escotes
como a una ventana
y avanzan montando
sus caderas erectas.
Entrechocando  sillas
arrastrando mesas, ruidosamente,
mientras ubican pancitas  recién estrenadas,


Yo narro las luchas
 por el derecho al voto
que otras mujeres
portadoras también de
pechos, vientres y culos
pelearon desde el siglo XIX.

En un rincón, un muchachito
de grandes ojos negros
escucha
mientras ellas conversan
parece que indiferentes.

Yo insisto.
Busco la lengua Pankhurst
la lengua Lanteri,
la lengua Evita
la gran madre lengua que nos parió.

Insisto.
Dudo.
Por dónde entrar?




TE HABRÁ LLEGADO LA CARTA



¿Te habrá llegado la carta
que no me atreví a enviarte?
Tu sombra merodea,
de tanto en vez,
los ecos de mi escritura.
Las ventanas y la hierba
saben que aceché tu paso
con aire casual y distraído,
y que tal vez fuera amor
aquel caminar y aquella espera.


Pero el aire  del invierno
no pide permiso y entra.
Clava su  estalactita
justo en el corazón
del mínimo brote de melancolía.






LADRILLOS.


Entre el ruido de las máquinas
y galpones fantasmales
el hombre derramó sobre nosotros
palabras de otro tiempo .
Dijo tierra y tal vez barro
dijo caballos y pisadero
dijo éramos
dijo quisieron comprar
dijo prometieron.

Narraba y trabajaba al mismo tiempo
como si no existieran
el vacío y la herrumbre
o más bien como si esos
fueran los materiales de su escritura.
Los otros continuaban
concentrados, atentos
su industria  de alfarería.

Era una lucha desigual.
No hay nada más difícil
que pelear con los fantasmas.
Pero ellos seguían, tozudos,
con su exorcismo activo
que espantaba los monstruos.

El hombre se sentó.
Sus ojos sonrieron
Y compartió el conjuro
con palabras serenas.
La dignidad de trabajar
dijo por toda despedida.



Norma Cristina Cozzi (Capital Federal, 1955)










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