Deudor
Un animal dañado en los más alto de su hueso
se lame
sin entender de dónde viene el golpe.
El horizonte está planchado
como un chico que duerme y se sueña caballo
con el pie afuera de la sábana.
De acá a cien años alguien tendrá que despertarlo.
No va a creer que resistimos.
Corderos
Todos los días me despierto pensando
en escribir sencillamente,
como quien pone a hervir una manzana
en una ollita,
un poema que explique qué está pasando afuera.
Me digo: la poesía no está
obligada a esclarecer
por qué se muere de un invierno tan lento
en una tierra de lombrices
profundas ni a consentir la idea
de que puertas adentro estamos bien.
El aire se está volviendo irrespirable
aunque pronto lo entibie el cambio de estación
y falta un tiempo difícil de medir
para entender si se espera de nosotros
una prueba de amor
que exige ofrecerse a los lobos
por el cuello.
Estela Zanlungo (Lomas de Zamora, Buenos Aires, 1958)
Fuente: "Los días del buitre", Estela Zanlungo, Ediciones La mariposa y la iguana, 2018.
Qué lindo haber pasado por tu ojo, Vale!
ResponderBorrar