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Hay recuerdos que saben
dónde comienza el cuerpo
y lo tapan
con luz.
Frente al Monumento del recuerdo, Luxemburgo.
12
¿Dónde estabas cuando llamaste?
¿Lille? ¿Niza? ¿Habías llegado a Luxemburgo?
¿Viste el resplandor de mi cuerpo
comido por los girasoles?
Sirvo la taza de leche para mis hijos
mientras voy dichosa de aquí para allá
porque tu voz sonaba
como una gran ciudad
con sus luces,
como un muchacho joven
asomado al jardín
que nunca encontró su lugar.
16
Alguien llama.
Voy como una santa
arrastrando la fe hasta la puerta.
Alguna vez
volveré a tener
la fuerza de quien golpea
y cierra.
(de Luxemburgo)
La humedad de sus manos frías me saluda
Abro la ventana:
la miro tender la ropa, sujetar el balde.
Trabaja a la par de sus malvones: busca el mejor sol.
La humedad de sus manos frías me saluda.
Ahora entiendo, Marilyn:
una ventana abierta es siempre una plegaria.
Luminaria
¿Tanta luz, Marilyn,
para que nuestra infancia
se detenga en el muelle cada mediodía?
¿Qué falta iluminar largamente?
Al viento
Pusimos hijos donde había madres,
ventanas donde llegaba la luz.
Basura en una bolsa como en un rio olvidado.
¿Qué haremos,
Marilyn,
con tu corazón
secándose en la glicina?
(de Marilyn)
Noelia Palma (Morón, Buenos Aires, 1984).
Fuente: Luxemburgo, Noelia Palma, El Mensú Ediciones, 2020.
Marilyn, Noelia Palma, Dinamo Editorial, 2020.
Bellísimos! Gran poeta Noelia!
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