I
me afirmo en la existencia
de un ciruelo
que nunca tuve
lo nombro
como si hubiera conocido
la rugosidad de la corteza
como si lo hubiera tocado
tanto
o más
que a mí
cuento
que echó raíz cerca de la hamaca
o más bien
que la hamaca estaba ahí
cerca del ciruelo
como si no pudiera ser
la una sin el otro
cuento
que a la hora de la siesta
por cada tres ciruelas
recibía un beso
de mi amiga de la cuadra
yo no miento
cuando hablo del ciruelo
es la memoria
que se apega a lo que quiere
Irene Ferrari (Haedo, Provincia de Buenos Aires, 1972).
Fuente: Material enviado por la autora, seleccionado por V.P. para la convocatoria NOS LEEMOS 2021.
Bellisimo..gracias por compartir este poema tan bonito..algo así como suelta de palabras..❤🦋
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