el aullido de ese perro nocturno
la soledad de la galaxia
el potrillo que huye de mí y busca a su madre
la yegua madre que camina el cerro seco
la gallina desgastada de tanto poner huevos
el gallo petulante que come pan dulce de mi mano
la lluvia que, por un rato, reverdece todo
el todo que galopa su canción sobre mi techo
la luna que, en pedacitos, se escurre entre los álamos
los álamos altivos que son tan negros de noche
la retama que suspira su perfume amarillo
el sol amarillo de un amanecer perfecto
mi aullido de yegua desgastada busca
bajo la lluvia
lo que allá sobra, lo que aquí falta.
mil gracias Valeria!!
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