jueves, 20 de julio de 2023

MÁS POEMAS DE LUCIANA JAZMÍN CORONADO




CENA EN LAS HERAS


una flor enorme

nace debajo de la mesa


sus pétalos absorben

la voz tenebrosa

de la esposa de mi padre

mientras comemos


está cerca

la escondo

entre mis piernas


es un lirio salvaje

estoy en silencio

pierdo el color de la sangre

padre no mira


padre, corramos al viento

a ver la hamacas despintadas

que fueron nuestras

no


la cena está servida

estoy seca, la flor expande su caudal

una lámpara viva

espanta a toda la familia


ella de deja de comer 

yo he perdido

mis partes internas


antes que morir decido:

conecto mi ombligo al tallo

contemplo mi familia de yeso





EL JARDÍN


llegué al jardín

y estaba impregnado

de materia oscura;

en contraste

las arañas eran blancas


lo miré y volví a mirar

esperaba

no sentirlo tan cerca

no perder la visión

en lo negro


me acerqué con la tijera

corté un aloe jugoso

que derramó

su petróleo brillante

un olor inmenso a santos


lamí despacio

una gota de mi dedo

y de mi lengua

se escaparon pájaros


ya estoy en otro lado


prendo un fósforo

podré todavía balbucear un lenguaje




(de "Catacumbas")



CAMINO DE BRUMA



No pertenezco a nada,

dejo a mis ropas flojas

tomar la forma del viento.


Hago trenzas de hilo,

las ahogo en botellas,

corro hacia el mar y las suelto

a un fondo desconocido.


Los barcos,

al final del horizonte,

pasan como dibujos grises

envueltos en vapor, lentos

por una lámina de plata

donde se gesta la ceguera de lo que sobra.




SEMILLAS



Quiero entender el camino que se hunde.

Brindo por el fin de las cosas

como un animal abierto a la lluvia.


Me niego

a volver a empezar

sobre semillas huecas.

Es que traigo la infancia

como una miniatura imperturbable:

el crecer eterno de un bosque

en la oscuridad que nadie ve.





REZO



Invoca la pureza antigua.

Acepta que no puedes permanecer.


No te arranques

de tu yo, de tu último rezo.


Mira a tu planeta suelto en el oleaje, mira

la piedra del mundo envuelta en la desmemoria.

Junta a los santos, pídeles 

que pronuncien los nombres sobre las cunas.


Haz de tus ojos alguaciles de oro, observa

las palabras

hasta pulverizar la verdad.


Para entrar en la fe

debes ser un retazo cosido en movimiento,

un lunar

en un desierto de carne fría.


Deja que los frutos crezcan a las misma hora.

Primero serán detalles, luego caerán todos juntos:

se abrirán, como limbos, sobre los azulejos.





FANTASÍA



Cuando extirpen mi árbol

saldrán insectos a borbotones,

quedará una capa de larvas blancas

como crías de ángel a la intemperie.



(de "Los hijos imperfectos")



Luciana Jazmín Coronado (Buenos Aires, Argentina, 1991).

Fuente: "Catacumbas", I Premio Hispanoamericano de Poesía San Salvador, Luciana Jazmín Coronado, Valparaíso Ediciones, 2016.

              "Los hijos imperfectos", Luciana Jazmín Coronado, Modesto Rimba, 2023.



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