I
Él tenía sed
Esa era su única posesión
Sed que le brotaba garganta abajo, hasta la orina
Sed, maldita y propia
II
Precipicio de sexo y muerte
y un país ajeno
Posesiones para enumerar en los bordes del amor
Y la soledad, esa rotura
que se le hizo en la infancia
Y la belleza
III
Él era un hombre en el desierto
Ventolera de rabia
Tuvo que elegir
Y escogió la brisa en las manos de una mujer
que está en calma
cuando termina el día
Territorio VII
En este lado sur
del territorio
el desamparo
es una premonición exacta
aprendemos a adivinar la soledad
pero a veces
nada
es tan perfecto
como el subsuelo
cuando se enciende
Carolyn Riquelme (Argentina, 1973)
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