Una vez que la palabra "pena" ha reemplazado al llanto, la conducta funciona como paisaje y el filósofo puede tratar cualquier pregunta como una enfermedad. El momento decisivo es ahora, pero el polvo carece de objeto preciso cuando se pone a la altura de los hechos y sólo cuando parpadeo puedo ver todavía la orilla distante. nada me había preparado para el fin de la monotonía. Yo siempre admiré las líneas finas como la cuerda de la marioneta, que reemplaza la conciencia asiéndose a la rodilla hueca. Pero sola ne la página. O tachada.
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Todo lo que de algún modo pensaste, dijiste, puede ser objeto de meditación. Cuando pregunté si te referías a la guerra nuclear, la ingeniería genética o al matrimonio, te apresuraste a cerrar la ventana. Yo te había visto, en el parque, sacar una cáscara de banana de la sandalia de la estatua de Constance Witherby y recitar con gestos ampulosos: ¿un poema? ¿una oración fúnebre? Mi formación musical no me permitía leer esa partitura, no con el viento soplando en tu pelo contra la llegada del inverno, aunque si las golondrinas hubieran dejado de sobrevolar en círculos en el sólido azul, me habría faltado el aliento. Punzante olor de mar, de peces acunándose en oleajes. Y nubes ya. Tú dijiste que sería distinto si fuésemos capaces de habitar fuera de la lógica. Supe que querías decir: descalzos.
Rosmarie Waldrop (Main, Alemania, 1935)
Fuente: "La pasión del exilio- diez poetas norteamericanas del siglo XX-", Selección, traducción y prólogo: María Negroni", Editorial Bajo La Luna, 2007.
hermosa la poesia de sta señora
ResponderBorrarGracias por estos poemas de Waldrop, y por darme a conocer el libro "La pasión del exilio".
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