"Dicen que si no sabés
el nombre del hueso
la quebradura no duele"
WAMBA MOBUTU
hasta el incesto siempre (10)
(El único talón de Aquiles)
El cajón nos costó lo mismo que si hubiera
tenido las dos piernas
no hay asfaltos ni rampas en su esquina
no jugaba partidas simultáneas de ajedrez
no pinchaba en la heladera los países que invadía el
imperialismo
y se murió no sabiendo a qué clase social pertenecía
no mandó una vista aérea de Dios
y el viento no hería su aureola de buena
decía de su amputación:
un lugar menos para tener calambres
quizá no me quería,
los besos de ella eran al cincuenta por ciento
pero lo bueno de la hemiplejia
es que no te permite retroceder
y ese cuándo, no viene
con vasos de agua para morgue
el cura párroco ahora habla de otra persona
con su mismo nombre y apellido
dice sin conocerla que era buena
dime qué silla de rueda tienes y te diré quién eres
decía ella
que ahora comprenderá a la cal
perfectamente
a esa quietud se fue
bien futuro con rueditas
bien ex mamá al tacto
ella no volverá de náufrago
en la saliva que no tragué
y con su ideología de oleaje
no será una sangre indeleble
que salpica
como silencio excedido de peso
sus porciones de biología
cambiarán de lugar pero no saldrán de ese frío:
y si la habitación del crematorio
tiene ventilador de techo
y mamá no estaba toda?
no, no dejamos el walkie talkie
dentro del féretro
y suerte que Aquiles no tuvo
picos de presión
Hasta ahí el sentido del humor
y la negación:
papá hablándole en restos de niño
a lo dentro del cenicero
y ella yéndose
no siendo promesa
ni nuevo amanecer
yéndose simbolizando
una ausencia sin apuro
en esta nada con buen filo
parada literalmente parada
cerca del perímetro de no ser,
mimetizada con esa palma abierta
que la entregase limpita
entre orión y tauro
la puerta de dos hojas
vaiveniando en el confín de ella
alejándose como esa calle curva
que no huele a flores
era ya fuera de alcance
la nada más querida
y algo de sin quizá
como una sombra sin movimientos
con pruebas de soledad intacta
no se fue a corregir la luz
hacia los pobres
y los ojos de ella
no serán dos agujeritos simulados
en una nube
sin pene
sin ítem de abuela
dejándome de herencia
el cordón umblilical
para algún invierno sin mujeres
y el ruido insoportable de no respirar
sin embargo a veces
acomodándose del lado sano
la sueño volviendo
en una pierna
como a saltos de embolsados
para que mi vía Apia
con su cara en coma farmacológico
sea menos bíblica
cumpliendo su función de no existir
se fue a inaugurar su nueva temperatura
cronista profesional del dolor fideo a punto
se fue con su obligación de madre:
morirse antes que yo.
Javier Saleh (Boedo, 1976)
(10) Wamba Mobutu
(no hay datos,
seguramente
era negro)
"Lo perfecto se puede mejorar"
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