Yo erraba solo y absoluto,
el universo era el dolor más puro
y no había corazón donde beber.
GAUGUIN
El caballo blanco
se detiene:
la noche tatuada.
RIMBAUD
Con los zapatos rotos
frente al ebrio poema del mar,
vi la luna atroz
y lloré.
Marcelo Putignano (Buenos Aires, 1958)
Fuente: "Los ojos azorados en la noche ambulante", Marcelo Putignano, Editorial Vinciguerra, 1997
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