martes, 7 de enero de 2020

5 POEMAS DE MAXIMILIANO SPREAF



no soy poeta pero

algunos poetas me dicen
-para tapar el bache-
que soy un lector riguroso
también soy lindo
también fui por todo
también lo tuve
hoy colecciono:
muñecas
libros antiguos
tazas de té
odios
rumores
invitaciones a lecturas
obsecuentes
tickets canasta de los 90s
novias muertas
amigos muertos
picos de heroína
en el recuerdo ya cansado
de mí mismo
así y todo sigo hablando
con los caballos indolentes
de la poesía
poco
pero sigo









no soy poeta pero


le leo poesía a los pibes que me limpian la pileta
a la cheta que camina por la ruta con los auriculares puestos
le leo y no me escucha y no me importa
a mi amiga con derechos le leo
me cachetea los muslos se ríe y sigue
le leo al mozo del bar
me putea por lo bajo
le leo a mis gatos mientras duermen
les leo poesía a los poetas
me escupen se ríen me dan un beso
me cogen en un baño público
lo mismo les leo y los leo
les leo poesía a mi dealer a mi hijo a mis padres a tus padres
no leo mi poesía no
leo la de los otros que es más linda
a la cajera del súper y la gente se queja
al policía y me amenaza
a mis abogados que nunca tienen problemas con eso
a los editores a los rectores a mis ex compañeros del secundario por whatsapp
todavía nunca me ligué un cachetazo
pero lo estoy buscando
lo anhelo lo deseo
que alguien me saque este problema
de la poesía de encima
que me libere que me diga:
cortala chabón
andate
morite burguesito
ponete a hacer algo útil
queremos paz
los tengo hartos y no sé si voy a poder parar









querida
la mitad de mí
que está pudriéndose todavía junto a vos
en ese acantilado del Mar del Norte
no me deja dormir
te lo cuento ahora
sentado borracho
en un banco de la terminal de Salsipuedes
ya no queda casi nadie
y en unos minutos
voy a vomitar toda la felicidad
que juntamos allá en Belfast
el lunes cumplí la edad
que tendría mi vida
si la hubiera vivido con vos






Cosas que le escribo a mi novia muerta

hace mucho que tu fantasma camina por delante mío
sabés
todavía odio a dios
tengo tu esmalte negro guardado
quisiera volver a pintarte las uñas
sueño con hijitos pelirrojos cada tanto
el año que viene vuelvo a tu tierra y no sé
si no me quedo a vivir de homeless allá
después de vos, el amor se volvió una obligación
no hace falta que me tironees las sábanas en la noche
mi carne está dónde estaba mi piel
y vos sabés que carne y piel no son lo mismo
a veces me cruzo con vos en otros ojos
nada grave no te enojes
cuántas horas son 12 años?







no soy poeta pero

cuando no hay nadie atrapado en mi jaula
te extraño
doy golpecitos al ataúd
escucho tu promesa
dejo las pastillas en la mesa de luz
duermo con tu vestido puesto




Maximiliano Spreaf (Buenos Aires, 1975, Argentina)

Fuente: No soy poeta pero, de Maximiliano Spreaf.


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