Pucará
Arañen el silencio de la piedra.
¿Quién nos contó que es un "testigo mudo
de una antigua nación que ya está muerta"?
Es el eco del grito reprimido
que inflama la garganta de los cerros,
ese grito ancestral cuya belleza
enmascara la ausencia entre las pircas
de lo que fue ritual y risa y danza.
Como el cardón, la dignidad resiste.
Dueña de la mirada y del paisaje,
se yergue soberana en la quebrada.
Como el cardón, enfrento el horizonte.
Resisto. Una vez más. Como esta raza.
Copla cafayeteña
Para Soledad Loutayf
Arrojé al cauce del Chusca
las piedras de mi pasado
y con alforjas vacías
liviana voy caminando.
Crece el río y va llevando
mis miedos y mis pesares.
Mi piedra será apacheta
al llegar los carnavales.
Voy llenando mis alforjas
con anís y yerba buena
y llevo flor de lavanda
para perfumar las penas.
Contemplo la flor de airampo
que sólo vivirá un día;
en su efímera belleza
veo el amor y la vida.
Y en mi segunda inocencia
el horizonte se abre:
entre los cerros azules
renaceré en Cafayate.
Claudia Ferradas (Buenos Aires, Argentina).
Fuente: Transiciones, Claudia Ferradas, Editorial Modesto Rimba, 2018.
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