II
Le brinda el pecho
como una azucena tambaleante.
La mente en blanco:
los ojos cerrados,
mientras se acuna.
Aún se pregunta
si eligió su corazón.
LA FÁBRICA DE HIELO
Todo lo que amamos se convierte en ficción
Amélie Nothomb
Ese hielo que recurre
el corazón de mi padre
será
lo último en desintegrarse.
III
De ese hombre heredé
la nariz y los rasgos,
un peculiar gusto por las artes,
el humor cambiante,
la forma de los ojos;
los labios carnosos
que no tiene mi padre.
VI
Ya es hora de tomar nuestra propia cabeza
entre las manos
Wislawa Szymborska
Los domingos eran
tus abrazos con
olor a nicotina,
un chocolatín
detrás del atado
de cigarrillos.
Una copa de una carrera ganada,
y tu sonrisa
que iluminaba
otra mesa.
María Eugenia Fernández (José C. Paz, Buenos Aires, 1985).
Fuente: La inoculación de lo humano, María Eugenia Fernández, edición de la autora, 2020.
Excelente poeta, excelente grupo o equipo que podemos conocer por ma generosidad de Valeria Pariso.
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