Mantra
El mundo está plagado de bellas rarezas, dice Érica.
De lejos se escucha la bocina del tren,
un poco más cerca, los grillos.
Los gatos duermen a un costado de la cama
formando dos ovillos espiralados
La grandeza que proviene del instante:
Mi madre me manda por teléfono todos los días
imágenes con frases optimistas y de Amor,
también recetas de comida que parecen pequeños poemas.
La distancia me queda cada vez más lejos,
todo lo que existe se mueve.
En la esquina de una iglesia
una mujer sentada en la vereda sacude un vaso con monedas
mientras repite como un mantra
una ayuda por favor, una ayuda por favor.
La belleza a veces pierde su sentido,
todos los cuerpos están atravesados por algún dolor.
En el encierro salvaje de los días y las noches
el mundo se cae a pedazos.
Todo lo que había sobre la mesa se pudrió:
las flores, las mandarinas.
Una bella naturaleza muerta,
adentro de la habitación se escucha cantar un grillo.
Existir implica cierta fragilidad,
en la calle
una mujer grita y repite como un mantra
que todos sus santos la han abandonado.
Soledad Muñoz (Mendoza, 1979).
Fuente: material enviado por la autora y seleccionado por V.S. para la convocatoria NOS LEEMOS 2021.
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