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entonces
no siempre
la crecida
trae orfandad
a veces
el atropello del río
no es querer llevarse
sino dejarle a la tierra
lo que el viento eligió
consagrar
de ese modo
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pero
hay un momento del día
en el que se escucha el canto
de uno
o dos pájaros
no hay
modo de saber
viene
de la quietud
de un contrafrente
en donde habitó
un árbol
alguna vez
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hay gente convencida
de que tengo un perro
un ladrido incesante
interrumpe el desgano
de un diálogo que entonces
deriva en la fortuna
de no vivir tan sola
y de haber aprendido
al menos, a cuidar
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en alguna hora de la tarde
se desespera un pájaro
trina con fuerza
parece
que lo hiciera también
con cada pluma
es un canto esmerado
como si alguien pudiera
dudar
de la belleza
Irene Ferrari (Haedo, Provincia de Buenos Aires, 1972)
Fuente: "En alguna hora de la tarde se desespera un pájaro", Ediciones En Danza, 2022.
hermoso y lleno de piadosa sensibilidad
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