Lectora
Y me quedé leyendo
a la sombra de las cosas
de las horas que morían
como gotas de sol salvaje
en el iris de los ojos de un gato
Y estuve leyendo a la intemperie
y junto al fogón de mi propia compañía
sin más premura que la de ser
todas las vidas que parpadeaban y crecían
dentro del domo de este cielo:
gritos de loros y cantos de chicharras
raíces secretas y crestas temblorosas de viento
hábitat natural del verano enardecido
Y continúe leyendo
a la luz de las palabras
que renacían
para llevarse toda noción de apuro
simplemente
el tiempo transcurría
bajo otra lógica
en la que yo permanecía
Florencia Zárate (Caba, 1981)
Fuente: Material enviado por la autora y seleccionado por V.P. para la convocatoria NOS LEEMOS 2022.
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