Nuestro Grinko Bilova
Allá en La Cumbre:
Hojas titilantes de oro
cuerpo perenne de memoria
atávica, morada del otoño.
¿Qué sable, después,
abrió una zanja en tu pecho?
Una a una llegaron las hojas muertas
y todo color se desvaneció.
Fue cuando escuchamos
caer tu corazón a la tierra y
la campana de la tierra
vibraba.
Amalia Mercedes Abaria (Buenos Aires, Argentina).
Fuente: "Plegarias en la noche larga", Amalia Mercedes Abaria, Editorial Vinciguerra, 2022.
Muchas gracias Valeria por elegir este poema de un hecho tan conmovedor para nosotros, la muerte de nuestro árbol , tan querido . Amalia
ResponderBorrarMi agradecimiento por tu atenta lectura y sensibilidad poética
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