2
Pero,
¿quién logrará domar el caballo de la muerte?
¿Quién tomará las riendas?
Desde esta curva del camino
apenas distingo el contorno de las cosas:
el horizonte es una huella intermitente.
Han partido las caravanas y los niños.
¿Quién domará el caballo de la muerte?
7
Algo siempre imperceptible
cae y golpea sobre mí.
Hay una voz que repite en mi cabeza:
Las otras islas son:
la de la Madera, la de Bugio, la del Pilar.
Y aquellas de suelo rojizo, atravesadas por venas de
basalto:
la de Tavira, la de los Amores, las Salvajes
Sopla el viento y trae
barro y arena,
transporta la simiente del mar.
la del Islote Plano, la de la Resurrección, las Desiertas
Algo imperceptible
cae y golpea sobre mí.
En los obenques, a sotavento,
oscilan las últimas banderas.
Solsticio de invierno
1
No te distraigas:
alcanza aquella ola,
ese reflejo en la cima del planeta.
Cabalga sobre el rayo,
rompe las bridas,
lleva tu cuerpo hasta esa curva
donde las yeguas se desatan.
En esta última playa
abandona tu pequeño aliento.
El relámpago gobierna todas las cosas.
Hiedra Solar
4
El sol golpea el lecho de la escarcha,
desarma la calavera del invierno.
La muchedumbre avanza y se pierde.
Los niños descienden al jardín donde los muertos
cultivan la flor de la distancia.
El milagro
reposa siempre en la inminencia.
8
Abandoné la casa de mi padre
y descendí hasta el sitio donde las aves
rayan el cielo con la punta de las alas.
¿Adónde voy desnudo y mojado hasta los huesos?
Ya vi sucumbir
al niño, al anciano y al soldado.
¿Es tan resbaladizo lo que cambia?
Diego Roel (Témperley, Buenos Aires, 1980)
Fuente: "Las intemperies del mar", Diego Roel, Editorial Detodoslosmares, 2017.
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