sábado, 31 de marzo de 2018

5 POEMAS DE WALTER LEZCANO Y UNA YAPA



Las peores vacaciones de la historia


Los felices no escriben.
¿Cómo hacen para soportar la vida?
No tengo idea
porque no soy uno de ellos.
Pienso en eso ahora
que una depresión express
me cogió
me hizo hijitos
y me dejó tirado en la cama
con el pulgar derecho en la boca.

Como pude
me arrastré hasta la computadora
abrí el Word
y puse algunas palabras.
Acá están mis pastillas
mis placebos
mis botellas de alcohol
mis venas visibles
listas para ser cortadas.
La página en blanco es un desierto ardiente y peligroso.
¿Cómo soportan la vida los felices?

Estoy desnudo todavía
porque para vestirse
hace falta ánimo
y ganas de mejorar el mundo,
yo no tengo ganas de eso.
Lo mío es modesto.
Tipeo palabritas
que son como larvas
proyectos de vida
que tiene que cumplir una función:
sacarme unos segundos de este estado.

¿Cómo soportan la vida los felices?

Voy a recordar
durante mucho tiempo
esta madrugada.
La madrugada en la que se murió Bowie
y quise despertar a todos mis familiares para contarles.
Pero ellos están lejos ahora
y no les gusta Bowie como a mí.
Para mí es vital escuchar un tema suyo
al menos una vez al día.
Ahora él ya no está
y yo sí
y eso, por donde lo mires,
es una injusticia.
All the youngs dudes
en la oscuridad.

¿Cómo soportan la vida los felices?

Este poema se me escapa.
Las gotitas de sudor caen
en el teclado
cerca de las miguitas de pan.
¿Qué estoy queriendo decir?
Que el calor es un espanto
que mis sueños adolescentes
se convirtieron en pesadillas
que hoy se volvió a su planeta alguien hermoso
que el rock está vivo
que tengo ganas de escribir algo decente.
¿En serio?
¿Es eso?

¿Cómo soportan la vida los felices?

Enero en Buenos Aires
con mucho cemento alrededor
sin un peso ni aire acondicionado.
Estas son las peores vacaciones de la historia
y el planeta sigue siendo un lugar solitario.
Sin embargo,
hay una cerveza en la heladera
que me dice: no te vayas. //

Describir
la belleza
también
es un trabajo.//



Siete episodios ordinarios 

-fragmento-

2.

si vas a hablar de monogamia
dejame que te cuente de algunos terremotos
si vas a nombrar al destino
dejame que te hable de ciertas tormentas
si vas a pronuncias la palabra “corazón”
dejame que te describa la cara del infierno
las iglesias y los trabajos
nunca nos dieron las respuestas
esperadas
nuestros padres tampoco
por eso cogemos
y por eso hacemos silencio
después de acabar
y de probar nuestra transpiración
porque no hay forma de vencer la soledad
y sabemos que a veces
-muchas veces necesitamos
de alguien más
que a nuestro ego.
yo te vi de frente y desnuda
y quise morirme ahí mismo
ahora estoy despierto
con la palabra belleza en la punta de la lengua
esa misma lengua
con la que te lamí las tetas, las axilas,
los talones, el cuello
todos esos lugares donde me gustaría irme a vivir
suena un celular
nadie lo atiende
la estamos pasando bien
la mejor parte es cuando volvemos a coger
y sabemos que el porno no nos enseñó nada
que nos dejamos llevar por la piel
el jadeo
las rodillas
y la presión de nuestros puños
el placer es así
no dejar que el mundo entre
a esta cama



Canción de cuna

Destruir cualquier esperanza
y seguir con todo
es una buena manera
de empezar el día
de los muertos.

Cambiá la vajilla,
los manteles
y la decoración del baño.

No temas, humano:
es la hora de la orfandad.
Crecer es lo mejor.//









Los peces no conocen el agua

La poesía
nunca debería
parecer poesía.
Así es como nacen
los cementerios.//




Último desayuno en Corrientes

I

El micro de larga distancia
entra al Litoral
y al costado de la ruta
aparecen carteles con preguntas.
Leo:
¿Alguna vez
hiciste la prueba
de medir tu placer?
¿Cuánto vale un garche tuyo
en una de esas provincias
olvidadas por los esnobs?

Lo extraño es que no aparecen
las respuestas.
Una lástima.
Eso es lo que necesitamos
aquellos que no tenemos padres.




II


Estuve viajando mucho
estos días
y ahora
el final del trip
me encuentra en esta dulce tierra.
Corrientes está en mi DNI
junto a otros datos personales
que no tienen demasiada importancia.
Soy correntino
sin que sepa muy bien
qué significa eso.
Perdí el acento
-igual que perdí la inocencia y la silueta y
a pesar de eso
el pasado
-que es toda nuestra vida sigue
ahí.
La sangre
aún
mantiene su color
como si no envejeciera.
Sin embargo,
el almanaque no sabe
qué es la lentitud.

III

Último desayuno en Corrientes
en un hostel caro y bello.
El segundo día del año nuevo,
después de un año viejo devastador,
vino sin presagios
ni epifanías
sobre mi futuro o mi identidad.
Llegó
apenas
con un café con leche
un potecito de mermelada
otro de manteca
y unas tostadas.
Lo bueno es que
todo esto es gratis.
Lo malo es que esperaba medialunas.//


Walter Lezcano (Goya, Corrientes, 1979)



La yapa: Walter Lezcano en Poesía en la Terraza, en el C.C. Haroldo Conti.


viernes, 30 de marzo de 2018

6 POEMAS DE CRISTINA GUTIÉRREZ LEAL






I


Si te sobrevivo, casa...
             ningún lugar me será imposible.





IX


Sus hijos
              engendrados de islote en islote
              de rasgadura en rasgadura
              viven así.

Alguno no quiso exponerse
                            (600 gramos de vida entrando
                             a la muerte).
Legatarios de una terrible orfandad.
No son culpables de nada
                             nada entienden.
Mejor,
que el vértigo los atrape sin abismos.






X



Nos han negado todos los brazos en el
                                          descampado de la vida.
Nacimos desollados
pero sepan que recojo toda la piel en este poema
                         para mostrársela a nuestros padres.






XVII  Estatua de sal


Llevo los ojos en la espalda,
dándole la cara al asco.

¿Cómo, señor?
¿Cómo no mirar hacia atrás?






XXXV



Me engaño diciendo que hago ballet
       que mi figura es grácil y mis movimientos seguros
       que no me hago daño en las uñas cuando bailo.

Prontísimo me delato: camino a hurtadillas
                                              y se cae la tarima.

He venido a este poema por tonta.
Por incapaz
de guardar silencio
de sostener la máscara.






XXXVI




Escribo ahora porque
nunca he sabido guardar mis secretos.
Desconozco las maneras de lidiar con la trastienda
la vida detrás de la vida.
Ya los amigos desgastan sus razones
buscan la forma de irse o de no llegar
                     (entonces queda el poema).
Necesito contar que alguien se hunde en mi cabeza
que me oprimo fuerte contra su hondura
                                                    y no salgo entera.
¿Qué tan inconfesable es estar seriamente
minusválida?
¿Cuáles afectos no soportarían que mi tibieza
se haya calentado por completo?




Cristina Gutiérrez Leal (Venezuela, 1988)


Fuente: "Estatua de sal y otros poemas", Cristina Gutiérrez Leal, Dcir Ediciones, 2017.



3 POEMAS MÁS DE CAROLINA MASSOLA





Tal vez
veamos caer desde lo alto
una constelación de estrellas
y con ella
todo el Universo que concebimos
se hunda por fin en la tempestad de la vida
colisione
se haga añicos
humo   polvo


Y nosotros con él











al margen del tiempo
un hilo inexistente tiembla
en la tensión de unir
la oscuridad y el día









¿Habrás de imitar el fuego,
el frenesí de sus cuerpos,
ese girar orbital, las ansias
de devorarlo todo,

la insistente expansión de los mundos?

Fracasa

hay un dulce y grave tironeo donde sucumbir
arrojados de Dios.






Carolina Massola (Buenos Aires, 1975)

Fuente: "Planetaria", Carolina Massola, Ed. Modesto Rimba, 2016.




2 POEMAS DE NATALIA LITVINOVA









DOMA

¿Qué hacen los hombres de mi pasado,
qué ciudades destruyen? Cuando un caballo sin jinete
atraviesa el campo, veo en su mirada que lo han domado.
¿Qué hacen lejos de mí? ¿Y por qué los busco
en los ojos de los animales?






CARTA COBARDE

Por dónde pasa la valentía, cuál es su curso.
¿Cómo es el carácter del cuidado, cuáles son sus gestos?
¿Es como la música o como quien la toca?
¿Es valiente aquel que elige callar, el que lo dice todo?
Me pregunté por qué dejaste de escribirme.
Imaginé que desde tu silencio me pedías silencio.
Como a los niños, como a los perros,
como a los que se portan mal.





Natalia Litvinova (Bielorrusia, 1986. Reside en Buenos Aires)

Fuente: "Siguiente vitalidad", Natalia Litvinova, Editorial Audisea, 2015.




domingo, 25 de marzo de 2018

3 POEMAS DE MARIO ARTECA






Antonio Saura pour lui méme
Trois notes

1. París, 1955


Hablando como San Juan de la Cruz
se entiende que las condiciones
del pintor solitario son cinco:
volar en lo más alto;
ser amigo del silencio;
colocar los ojos en el infinito;
no hacinarse en un solo color.

La quinta: gritar la simpatía
de un lenguaje, vacante de él.




2. Cuenca, 1957


Hundirse en lo demoníaco.
Goya, Van Gogh, Picasso.
En lo angélico. Vermeer,
Zurbarán, Rothko.
No imponerse a las contradicciones.
Duchamp. Autodestruirse
hasta la muerte. Pollock,
De Stäel, James Dean.
Ahogarse en el fatalismo
de la necesidad de la existencia.
Percatarse de que realmente
se vive.




9. Madrid, 1959


A lo que sea llenar una superficie
blanca, siendo obsesivo, elemental,
fluyente como un río orgánico continuo.

Para no perder pie, no llegar
al suicidio. Un cuerpo
un objeto o un paisaje podrían
volverse fuente constante
siempre que no fueran más
que esto.

Soporte endotérmico mediante
llevaré a feliz término
un cumplimiento de acción.

Somos ya el testimonio de una época,
pero es necesario ir más lejos.


Mario Arteca (La Plata, 1960)

Fuente: Tres impresiones, Mario Arteca, Años Luz Editora, 2017.





martes, 6 de marzo de 2018

6 POEMAS MÁS DE RAÚL ARTOLA




Construcción del día (IV)

Es temprano
y esculpo una manzana
en la cocina.
La escasa luz
de invierno
empieza a filtrar
por la ventana
sus lentos pinceles.
La manzana
puede ser pez
magnolia
cerebro
grandada
pero es el alba
y sería mejor
que el barrio
siga descansando.
Me como
la granada
antes
de que estalle.

                                         (a Silvia Castro)



La aventura

I

El tamaño de los charquitos
me marca los avances.
Cada vez es menor
lo perdido en el camino
de la habitación a la cocina
la zozobra en la mano derecha
el temblequeo leve
el borde colmado ligeramente
la repetida frustración
las gotas caídas en el piso
el trapo listo
para enjugarlas.


II

Éste es el presente
sentado en el sillón
escribo y tomo mi taza
de agua
por la mañana.
No la palabra
abarcadora
que pretende
hacerse cargo
de cosas lejanas
que se fingen
universales.



Sentidos

Unas veces, el amor es una puntada en el agua
que enhebra canciones inaudibles
y otras, un estruendo como la explosión de una mina
donde nada queda en pie.

En un caso, pareces sordo,
en el otro, quedas ciego.
Distingue, puedes elegir, estás a tiempo.


*
*

Investiga con ahínco, profundiza la búsqueda, cambia de siglo para ampliar, fijate en los presocráticos, y por último, in extremis, acéptalo hombre, puede que te hayan dicho la verdad.



Mujer necesaria

María José ha vuelto al barrio.
Su casa es la más pobre
la más descuidada en apariencia.
Pero al barrio le faltaba algo
mientras María José no estuvo.
Es que cuando ella
anda por su cocina
o llueve o para el viento
o los gorriones descansan.
Y cuando sale con sus piernas flacas
aumenta un poco la velocidad de la luz
y el sol llega antes
unas millonésimas antes
a la vereda que pisa.

                                                  (a Valeria Pariso)


Raúl O. Artola (Buenos Aires, 1947. Reside en Viedma)

Fuente: "La mirada corta - Antología poética (1976-2016)", Raúl O. Artola, Ed. La carta de Oliver, 2017.