VII
hace calor
las ovejas descansan bajo los viejos olmos
niños de cinco años
andamos por el campo
recogiendo huevos
las batarazas huyen a los cardos
picotean
se encluecan
tienen pollos
hace calor
las cigarras machacan su lenguaje
en las olas de fuego de los yuyos
niños de siete años
revolvemos los nidos de palomas
el galpón es palacio de frescura
para oler entre cueros
la nostalgia
a las seis llega el tiempo de la leche
con mieles y torrejas
mientras rasgan el aire las urracas
sobre los viejos olmos
hace calor
las brevas maduraron en diciembre
y tía ofrece higos en almíbar
niños de quince años
vemos pasar los patos
y salimos
con la escopeta al hombro
tía se va mirándonos de lejos
mientras le duele el aire que respira
hace calor
vuelvo a la estancia vieja
niño ya de cuarenta miro el cielo
la parra
y en juncos del estanque
veo volar al sol
dos mariposas
(de "Memorial de cenizas")
hay una hora
de la tarde
en que los primos
no se cansan
de vagar por el mundo
la sombra de un biguá
cruza el pantano
y el perfume del barro
burbujeante
preludia otras tormentas
algo de ayer acampa
en el orden
más quieto de los charcos
y los primos
se miran hacia adentro
sueñan y nombran
la comarca más viva
del verano
mientras acá
mi niño los espera
silbando entre flamencos
de la vida
XI
el río crece
amontona las vacas
en la loma
allá
en el fondo oscuro de las casas
las mujeres embalan ollas
miedos
el agua desanda corredores
y andamos más descalzos que la vida
sacando agua con escobas viejas
cargando cajas y cajones
en el camión de tío
los sapos croan ante el río extendido de los campos
y yo miro mudarse los espejos
para que el cielo roto nos inunde
respuestas que andan solas
persiguiendo en silencio
otras preguntas
(de "De sol a sol")
4
Alguien siembra los campos.
Los fantasmas dispersan las semillas
que entonces fueron luz.
Se huye en la leve sombra de las nubes
y andamos tan descalzos, cantando entre jilgueros,
que no podemos desgranar la espiga de los sueños que brotan,
mientras los ojos miran horizontes y nieblas.
Somos los peregrinos de otros nombres
tierra amada del sol, en el oleaje brioso del trigal.
Toda la vida es siembra y es cosecha.
Y andamos con la azada y con la hoz.
Allí donde crecemos de raíz. Nos sentimos tan aire,
(tan madera, tan tierra)
que nos volvemos fuego
(cuando el cielo atardece y nos convoca),
que nos volvemos agua
(mientras germinan todas las estrellas)
en la oscura cercanía de la lluvia.
(de "El árbol de los cuervos")
madre
"por eso
le hablaba a mi criatura
como quien en el buen clima siega el heno
y para el tiempo inclemente
prepara los enseres."
Sandra Cornejo
que parezca que la ropa está tendida
que has avivado el fuego
que no hay rito en la tarde
en que no llueve
que parezca que hay sed
en esta urgencia
de nombrar el poema
de habitar la ceniza en llamaradas
mientras te envuelve el ojo de la noche
y le zurces la trama a tanto abismo
que parezca que has vuelto
y que en el aire
son vivas tus palabras
"Hay cierto olor dulce en el aire
y en el cielo
cierta mentira
en el mundo"
Irene Gruss
infancia
porque un día me vi entre los flamencos
y ahora el cielo
hermosísimo
nos inventa en las nubes la luz de sus plumajes
porque fueran eternas pasajeras
de un pasado que vuelve con sus formas
a decir el presente
a desvelar la infancia
sobre el campo
por eso que respiro el aire puro
para que cuando sienta el filo de la noche
me encuentres respirando
todavía
(de "El talismán del viento entre las hojas")
José Luis Frasinetti (General Belgrano, Buenos Aires, 1972).
Fuentes: "Memorial de cenizas", José Luis Frasinetti, Ediciones Hespérides, 2019.
"De sol a sol", José Luis, Frasinetti, Ediciones Hespérides, 2019.
"El árbol de los cuervos", José Luis Frasinetti, Árbol animal ediciones, 2022.
"El talismán del viento entre las hojas", José Luis Frasinetti, Primer Premio del 11° Certamen Internacional de Poesía Literarte, Declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura
de la Presidencia de la Nación Argentina- Resolución N° 6148).
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