sábado, 20 de agosto de 2016

1 POEMA MÁS DE ROBERTO SANTORO

LOS LADOS, LAS COSAS Y LAS OTRAS COSAS

Hay dos lados, éste y el otro.
La gente, desde luego, se divide en los de éste lado y los de aquél.
Un lado jamás puede admitir al otro, ni locos que estuviéramos.
Hay veces que los lados se llegan a encontrar.
En los lados siempre hay cosas.
Hay las cosas que son y las que no pueden ser.
Hay otras que están bien y algunas que quedan muy bien.
Tener una guitarra sin estuche queda muy bien.
Saber tocar la guitarra es de lo peor.
Aparte de las cosas están las señoras, los señores, las señoritas, los jóvenes y los niños.
También están s tipos, los pibes y los muchachos.
Hay veces que hay blancos y negros.
Hay los blancos que se pelean con los negros.
Hay amarillos.
Según las ganas que uno tenga existen los que están y los otros.
Algunas veces uno no tiene ganas.
También están los nerviosos y los malintencionados.
Hay los que casi no son y los que quieren llegar a ser.
Hay los que se hacen ver, los que se hacen y los que se van haciendo de a poco.
Estos que se hacen poco a poco son los de carrera.
Hay los hijos de abogados, los hijos de médicos, los hijos de abuelo, los hijos de mamá y también los otros hijos.
Aparte de las cosas están los lugares.
Hay bares, confiterías, boites y otros lugares.
Hay lugares de juego arriba de la mesa y otros de juego por debajo.
Según los juegos, hay manos, manitas, manecitas y manotazos.
Cuando los lugares están llenos a veces se los llama colectivos.
Otras veces también se los llama colectivos.
Los colectivos pueden estar escondidos.
En estos casos alguien comenzó a llamarlos subtes.
Hay muchas tardes de subte.
En los subtes pasan cosas.
Las cosas siempre pasan.
Si sólo pasaran las cosas que uno quisiera, quizás no habría tantas cosas.
Hay cosas que yo no sé, hay cosas que vos no sabés y hay cosas que vos no te imaginás.
Otra de las cosas que hay es el nombre.
También está el renombre.
Además están los que trabajan.
Cuando uno trabaja, muchas veces comete acciones.
Hay acciones que se hacen, acciones que se compran y también acciones que algún día se van a pagar.
Por otra parte siempre bolsillos llenos y bolsillos vacíos.
También están los militares.
Hay militares de arriba, militares de abajo, militares de aquí, militares de allá, militares de adentro,
militares de afuera y militares por todos lados.
Pensar que a veces también uno se enoja.
Según cómo se enojen están los que van y los que vienen.
También hay los que frecuentan.
Cuando alguien frecuenta algunas cosas incurre en masculino.
Hay veces que tampoco.
También están las voces.
Generalmente hay muchas voces de las otras.
Las voces siempre dicen cosas.
Muchas veces dijeron mentiras.
La verdad es todo lo contrario.
También están las historias, las historietas y los tarados.
En una época hubo descubridores y descubiertos.
Hay muchos que todavía no han sido descubiertos.
Hay destapados.
Hay cosas que quedan tan bien que da gusto: un Ford T por ejemplo.
Un Ford T de un señor muy gordo es una lata, en cambio un Ford T de un grupo de muchachos
en algunos casos es una locura.
También puede ser un chiche.
Hace mucho yo era chiquitito.
Hubo además muchos que no llegaron a ser ni chiquititos.
Olvidaba decir que hay mucha gente grande.
Cuando a la gente grande le gusta gritar, muchas veces es político.
Hay veces que es afónica.
Los políticos casi siempre se confunden.
Otra cosa son los policías.
Algunas veces llegan a ser los guardianes del orden.
También está el desorden.
Según las clases de desorden, hay lides, peleas y broncas.
También hubo guerras.
Hay las guerras de mentira y las guerras de verdad.
De vez en cuando alguno vuelve a ser poeta.
Por lo general hay monstruos.
Hay los que se dedican a las bombas.
Hay bombones.
Otra cosa es la media.
Hay las medias con raya, las medias sin raya y las sin media.
También están las medias lunas.
Cuando muchos no pudieron comer ni siquiera una media luna, llegaron a tener hambre.
Entonces empezó a mirar de malos modos.
Sin embargo estaban los que sabían mirar.
También hubo los que ya ni miraban.
Ahora sigue habiendo.
Yo no sé qué va a pasar cuando pase algo.




ROBERTO SANTORO (Buenos Aires, 1939- desaparecido en 1977)





viernes, 19 de agosto de 2016

2 POEMAS DE ANTONIO CISNEROS






Vivía
nuestra casa,
con sus muros
cubiertos
de sal
todo el año.
Afuera,
simplemente dormía
nuestro patio
sobre tu
corazón.






ORACIÓN


Qué duro es, Padre mío, escribir del lado de los vientos,
tan presto como estoy a maldecir y ronco para el canto.
Cómo hablar del amor, de las colinas blandas de tu Reino,
si habito como el gato en una estaca rodeado por las aguas.
Cómo decirle pelo al pelo
                       diente al diente
                       rabo al rabo
                     y no nombrar la rata.








Antonio Cisneros (Perú, 1942-2012)

Fuente: "Postales para Lima", Antonio Cisneros, Editorial Colihue, 1999.

  


2 POEMAS MÁS DE MARIEL MONENTE





a diferencia de otras casas
todos los pisos se antojan
un espacio para descender
lóbrego enmiendo en la flor de lis
con olor a madera de barco ya partido
tres peldaños
una puerta verde
es un muelle por despedir
una tierra sin llaves ni fallebas




Tul

Lo que estoy cultivando
en esta tarde amarilla
es el viejo salitre de los huesos
y te escucho tiritar
detrás de los jardines
detrás del huerto
donde construías catedrales de caña
donde crecían tomates
tiritamos
yo, todos
dicen que enterraste
bajo el halo de la noche
los restos del vestido de novia
tul
una espiga seca
y algunos insectos
para que ella vuele.



Mariel Monente (Buenos Aires, 1961)

Fuente: "Casa ciega", Mariel Monente, El Mono Armado, 2016.











jueves, 18 de agosto de 2016

2 POEMAS DE PATRICIO FOGLIA



Mis padres me usaban de burro de carga

hablando mal, el uno del otro.
Me tocaba transportar material radioactivo
y el líquido espeso de las conversaciones
se filtraba en su goteo
pero a mí no me importaba convertirme
en un burro fluorescente
brillando en medio de la noche.

(de la serie "Lugano 1 y 2") 








Antes de que termine la noche

el buque pesquero junta sus redes
para zarpar
de regreso al puerto.
Ahora las máquinas hacen su trabajo.
Agotado, Takashi
camina hasta la baranda
y prende un cigarrillo.
Más allá, en el cielo
las nubes empiezan a agruparse
formando un algodón flotante,
violeta y eléctrico.
- Qué hermoso cuando cae
un rayo sobre el mar: ojalá pueda verlo,
piensa Takashi,
y después no piensa nada más
da una última pitada
y tira su cigarrillo:
un punto rojo cae, y desaparece
en las aguas negras del océano.
(de Tokio, Caleta Olivia ediciones, 2016.)



Patricio Foglia (Buenos Aires, 1985)

4 POEMAS DE ROBERTO BOLAÑO





Esperas que desaparezca la angustia
Mientras llueve sobre la extraña carretera
En donde te encuentras

Lluvia: sólo espero
Que desaparezca la angustia
Estoy poniéndolo todo de mi parte



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Dentro de mil años no quedará nada
de cuanto se ha escrito este siglo.
Leerán frases sueltas, huellas
de mujeres perdidas,
fragmentos de niños inmóviles,
tus ojos lentos y verdes
simplemente no existirán.
Será como la Antología Griega,
aún más distante,
como una playa en invierno,
para el asombro y otra indiferencia.





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Cae fiebre como nieve
Nieve de ojos verdes





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Una persona -debería decir una desconocida- que te acaricia, te ha hace bromas, es dulce contigo y te lleva hasta la orilla de un precipicio. Allí, el personaje dice ay o empalidece. Como si estuviera dentro de un caleidoscopio y viera el ojo que lo mira. Colores que se ordenan en un geometría ajena a todo lo que tú estás dispuesto a aceptar como bueno. Así empieza el otoño, entre el río Oñar y las colinas de las Pedreras.



Roberto Bolaño (Chile, 1953-2003)

Fuente: "La Universidad desconocida", Roberto Bolaño, Editorial Anagrama, Barcelona, 2007.