DESTINO
Dónde estará lo que sigue
me pregunto
mientras lo que quedó atrás
se parece
a un barril sin fondo
en el que es imposible buscar
un indicio para este futuro
que viene cabalgando lentamente
como una flecha de esas
que siempre van a dar en el blanco
aunque hagan un trayecto sinuoso
que a los ojos de ciertos ingenuos
puede parecer
errado.
***
Cuando te casaste
atado de frente al juez en su registro
mis nervios rozaban en ramo tu antebrazo
sintonía para dos costados rumorosos
buscando por señas de nacimiento
juntar siluetas digitales en familia
reconocer a nuestros hijos
por el parecido.
Cuando te casaste conmigo
estábamos parados
mi edad de merecer en la cintura
y en el acento del sí colgadas las cabezas
para que los testigos, mudos de la diferencia
callaran al tiempo de copiarnos
línea por línea el rostro enloquecido
del matrimonio perfiles en un acta doble faz.
***
Fuera de padres, desmarida
vino en un cuarto ambulatorio
de canto a esta moneda ajena
gasto el calefón en su rugido
quedada matriz de la heladera
acaso me enfríe de mi casa y voy
a tironear, si escribo, de los hilos
que en la maraña enlazan a mis hijos.
***
5
Estoy lista. En aviso de regreso
voy a liar los versos al paquete.
Aflojo el metro, nudo de lo dicho
y envío su retorno como carta.
Hasta aquellos cincuentas marineros
una postal les llegue, una noticia
el hilo arrugado en la memoria
el ojo que enhebre esa miopía. Pues
no me leen, los muertos, mis
abuelos.
Tamara Kamenszain (Buenos Aires, Argentina, 1947)
Fuente: "La novela de la poesía- Poesía reunida-", Tamara Kamenszain, Adriana Hidalgo Editora, 2012.
Bellísima escritura.
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