II
Si pudiera enlazarme con mi huida. Escuchar mi angustia, mentirme un poco. Me pregunto y quisiera saber de qué se trata eso de proyectarse hacia el vacío; por qué la palabra no me aborta. Y dónde se forma el silencio, dónde la región de la sed. Y por qué tener que morir llorando. Es necesario abandonar la noción de verdad. Reconciliarse con el mundo. No perderse de vista. Es necesario soñar con el mar.
XI
Todas las noches me despierto para ver si mis manos siguen siendo manos. Y aún no necesito preguntarme qué es una mano.
XXI
El tiempo llegará, en pedacitos. No faltará quien nos bese los párpados, huesos exiliados del alma. Sí, el tiempo llegará y borrará estos años de luz pegados a tu ventana.
XXIII
Debajo de la hoja está el árbol que crece, el pájaro que cae. Quiero decir, sin temor, la sombra de tu sombra, adentro del sueño.
Jorge Curinao (Río Gallegos, Argentina, 1979)
Fuente: Otros animales, edición del autor, 2014.
Muy buenos. Dicen mucho en poco. Gracias
ResponderBorrarSiempre es necesario volver a soñar con el mar. Y releer a Curinao.
ResponderBorrarGracias.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarQue manera de ponerle palabra a la angustia, a la sombra al tiempo...
ResponderBorrarHermosos textos de Jorge, un poeta sensible y generoso.
ResponderBorrarSaludos.