una flor enorme
nace debajo de la mesa
sus pétalos absorben
la voz tenebrosa
de la esposa de mi padre
mientras comemos
está cerca
la escondo
entre mis piernas
es un lirio salvaje
estoy en silencio
pierdo el color de la sangre
padre no mira
padre, corramos al viento
a ver la hamacas despintadas
que fueron nuestras
no
la cena está servida
estoy seca, la flor expande su caudal
una lámpara viva
espanta a toda la familia
ella de deja de comer
yo he perdido
mis partes internas
antes que morir decido:
conecto mi ombligo al tallo
contemplo mi familia de yeso
EL JARDÍN
llegué al jardín
y estaba impregnado
de materia oscura;
en contraste
las arañas eran blancas
lo miré y volví a mirar
esperaba
no sentirlo tan cerca
no perder la visión
en lo negro
me acerqué con la tijera
corté un aloe jugoso
que derramó
su petróleo brillante
un olor inmenso a santos
lamí despacio
una gota de mi dedo
y de mi lengua
se escaparon pájaros
ya estoy en otro lado
prendo un fósforo
podré todavía balbucear un lenguaje
(de "Catacumbas")
CAMINO DE BRUMA
No pertenezco a nada,
dejo a mis ropas flojas
tomar la forma del viento.
Hago trenzas de hilo,
las ahogo en botellas,
corro hacia el mar y las suelto
a un fondo desconocido.
Los barcos,
al final del horizonte,
pasan como dibujos grises
envueltos en vapor, lentos
por una lámina de plata
donde se gesta la ceguera de lo que sobra.
SEMILLAS
Quiero entender el camino que se hunde.
Brindo por el fin de las cosas
como un animal abierto a la lluvia.
Me niego
a volver a empezar
sobre semillas huecas.
Es que traigo la infancia
como una miniatura imperturbable:
el crecer eterno de un bosque
en la oscuridad que nadie ve.
REZO
Invoca la pureza antigua.
Acepta que no puedes permanecer.
No te arranques
de tu yo, de tu último rezo.
Mira a tu planeta suelto en el oleaje, mira
la piedra del mundo envuelta en la desmemoria.
Junta a los santos, pídeles
que pronuncien los nombres sobre las cunas.
Haz de tus ojos alguaciles de oro, observa
las palabras
hasta pulverizar la verdad.
Para entrar en la fe
debes ser un retazo cosido en movimiento,
un lunar
en un desierto de carne fría.
Deja que los frutos crezcan a las misma hora.
Primero serán detalles, luego caerán todos juntos:
se abrirán, como limbos, sobre los azulejos.
FANTASÍA
Cuando extirpen mi árbol
saldrán insectos a borbotones,
quedará una capa de larvas blancas
como crías de ángel a la intemperie.
(de "Los hijos imperfectos")
Luciana Jazmín Coronado (Buenos Aires, Argentina, 1991).
Fuente: "Catacumbas", I Premio Hispanoamericano de Poesía San Salvador, Luciana Jazmín Coronado, Valparaíso Ediciones, 2016.
"Los hijos imperfectos", Luciana Jazmín Coronado, Modesto Rimba, 2023.
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